Del queso rayado y horneado sobre los macarrones (manos).
Del caramelo que rebosa en el flan de huevo (labios).
De las nueces con sabor a aceite de las ensaladas (espalda).
De la masa del bizcocho antes de ser horneado (lengua).
De fresas con leche y azúcar (ojos).
De jamón serrano con tomate (torso).
De huevos fritos con patatas (carrillos).
De un vodka con lima (piernas).
De nata montada y chocolate (mente).
En realidad no tengo hambre, pero te comería. Felicidades, una vez más.
DmN.
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Acariciame el alma...