No importaba la distancia. No importaba si nos volvíamos a ver. Creímos en lo que podría ser. Y fue. Estábamos a escasos minutos y a mi me quedaban muchos días allí. Pero no importaba.
Nuestra boca estaba bostezando y nuestros brazos desperezándose cuando sin tiempo de reacción, te quise.
Quién me diría a mi que el día que tome esta foto no podría ser más feliz.
Demasiada gente. Demasiada mala suerte. Llamadas perdidas. Llamadas suicidas. Mitos que no he de creer. ~
DmN.
Para empezar, siento haber tardado tanto en pasar por aquí. :(
ResponderEliminarMe ha encantado de verdad, una de las mejores noche de verano sin dudas, tengo ganas de repetir :(
Gracias, Sara. Un besazo :*