Dos personas. Se han querido. Se han querido mucho. El amor que sentían se transformo. Es una preciosa amistad.
"-Mamá, ¿las chicas pueden tener sexo sin un hombre?"
Emociones y experiencias. Hicimos lo posible y lo imposible. Una persona no aceptó en su momento que dos mujeres se besaran y compartieran su vida. Esa relación se diluyó y aún con todas, no acepta ningún trato.
Pero somos fuertes. Somos consistentes, tenemos unas ideas y luchamos por lo que queremos.
Queríamos pasar el Sábado con una de nuestras mejores amigas y ella tenía que estar presente.
Como no podía pisar la casa de ella, mientras nosotras cenábamos ella cenaba fuera. Kilómetros de ida y vuelta.
¡Vámonos! Dejamos el coche en el garaje, bebimos, conocimos a chicos misteriosos hablando de osos polares, vimos al que fue un gran amigo en su día del que hoy no queda más que odio e incluso rencor, bebimos y fumamos. Comimos y bailamos. Y nos acordamos de tí. Y desayunamos. A las 8 y media de la mañana entramos TODOS en su casa. Y ella no podía dormir en la cama de ella por si la olía. Dormimos. Y después de comer, fregando plato y vaso para no sospechar, entra. No podía verla allí. Era imposible.
Y se me enciende una luz que me incita a pedirle a mi amiga un paquete de pañuelos. El paquete de pañuelos que me hizo chillar susurrando: ¡Sofía, por tu madre, corre!.
Y esta, básicamente, es la historia de cómo un paquete de pañuelos te salva la vida.
Elegimos ser fuertes, arriesgados y atrevidos.
Son experiencias inolvidables.
LIBERTAD.
DmN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Acariciame el alma...