viernes, 2 de agosto de 2013
Fue cómo un baile (floretas).
Fue cómo un baile. Vestidos de gala. Rojo pasión. Lencería recién comprada, y casi olvidamos quitarle la etiqueta. El beso en las escaleras del metro de Madrid, en el trasbordo más largo de nuestra vida.
Bailamos, y la música (la que hacíamos nosotros) era la mejor banda sonora. Teníamos la mejor iluminación, y el mejor lugar de baile.
Nunca he vuelto a bailar igual. Y es que sin zapatos, no se baila igual. Recuerdo que volvimos en taxi. Y que la gente se manifestaba. Nosotros hacíamos nuestra acampada, en el salón de un solitario piso en Madrid.
DmN.
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Acariciame el alma...