domingo, 11 de agosto de 2013

25 canciones para no olvidar (Dani y yo).

Han pasado tantas cosas que no sabría ni por dónde empezar. Eres esa luz de esperanza al final del túnel, un trago de agua en el desierto, la nota perfecta en la mejor canción o el mejor momento en el coche de vuelta de un concierto.

Conciertos, noches de cachimba, canciones, acordes sin letra, vídeos en lugares maravillosos... Playa, piscina, spa... Películas en el coche, en casa, en el cine.

Llegaste como si nada, una noche de botellón nos encontramos celebrando tu ascenso. Y al día siguiente, confesando lo borrachos que seguíamos.

Es impresionante cómo has cambiado el mundo que me rodea en unos meses, pero lo que me alegro de ello.

De todo, me quedo con los pequeños detalles, cada bobada que me hace sentir realmente afortunada por estar a tu lado. Como el beso en la mejilla en el castillo de Cullera mientras escribía gilipolleces en mi libreta de Estambul :)

Te quiero, amigo. Y mucho.
Felicidades.


DmN.

viernes, 2 de agosto de 2013

Fue cómo un baile (floretas).


Fue cómo un baile. Vestidos de gala. Rojo pasión. Lencería recién comprada, y casi olvidamos quitarle la etiqueta. El beso en las escaleras del metro de Madrid, en el trasbordo más largo de nuestra vida.
Bailamos, y la música (la que hacíamos nosotros) era la mejor banda sonora. Teníamos la mejor iluminación, y el mejor lugar de baile.
Nunca he vuelto a bailar igual. Y es que sin zapatos, no se baila igual. Recuerdo que volvimos en taxi. Y que la gente se manifestaba. Nosotros hacíamos nuestra acampada, en el salón de un solitario piso en Madrid.



DmN.

jueves, 1 de agosto de 2013

Sé mis arterias (corazón).

Haz que fluya la pasión roja por todo mi cuerpo.
Acércate, escucha cómo suena. ¿Lo oyes?, mi alma te susurra que te quedes.
Juega conmigo cada domingo por la mañana.
Hazme cosquillas al dormir, cuando mirándote se nos paren todas las agujas de los relojes, en casa. Aparece en 3 de cada 4 sueños, en la noche.
Júrame que nuestra canción sonará en cada aniversario, aunque eche a volar con cada ráfaga de viento sin dame cuenta.
Viajaremos, conoceré París de tu mano, y nos haremos fotos que jamás creímos que podrían salir.
Y un día, en tu coche, o en un rincón de un centro comercial, en el campo, bajo una palmera o quiénsabedónde, te miraré, y sabré que nunca más podré vivir sin ti.


DmN.