viernes, 18 de septiembre de 2015

A kilómetros de allí (pies entre pies).

Vete.

Busca ese lugar donde los poemas nacen, encuentra dónde se hace magia con las manos, ríndete ante la inocencia de un chiquillo con dulce entre los dientes, sopla velas mientras sueñas con parar el tiempo para siempre y rastrea cada rincón de su ciudad para vivir en ella.

Tienes que largarte, para ser más feliz.

Escribe cada sentimiento en forma de líneas de 65 palabras. Captura tus pies en diferentes entornos, pero ten siempre una referencia. Besa en cada semáforo en ámbar y abraza en cada despedida. Cambia el verbo morir por vivir, en cada uno de tus pensamientos. Piensa en aquellos recuerdos imborrables de algodón de azúcar, fotografías en blanco y negro, chupetes marrones y tus abuelos con baberos entre manos. Y sonrieles después.

Llega allí, y disfrútalo.

Haz fotos de manos arrugadas entrelazadas bajo la lluvia. De desconocidos que se aman. De azúcar con café y leche. De sombras inmortales. Ten en cuenta cada "no", y nunca digas que no sabes, seguramente quieras, pero tu subconsciente te traicione.

Inspírate y dinos que fuimos mejores personas. Dinos que tendremos el mejor futuro, ese que nuestro pasado nunca soñó. Confiesame que haremos magia sin las manos, que fuimos la mejor versión, que seremos inmortales, al menos un par de generaciones por detrás.

Disfrázate de unicornio de colores y vuela tan alto que ni las estrellas te hagan sombra. Despídete cada mañana y da la bienvenida cada noche. Siente en un abrazo que se te encoje el alma. Y cuando te cojan de la mano, siente como subes 50 pisos en 10 segundos. Sueña. Nunca lo dejes de hacer.

Vete, Pero nunca olvides de dónde vienes. Y que si quieres volver, te estaré esperando.



DmN.