sábado, 29 de diciembre de 2012

Cambio, como resumen de 2012 (zapatillas en la playa).

Es complicado resumir un año en unas líneas.
Reflexionando, sobre mi persona, creo que la palabra que mejor respalda estos 365 días es cambio.

He cambiado de perfume, de ropa, de maquillaje.
He cambiado, en contadas ocasiones, las mustang por botas y las chanclas por sandalias. El bañador de nadadora por top less en la playa. He cambiado de dormir en mi cama a dormir en la de mis amigas, hoteles, hamacas o coches ridículamente pequeños, y espantosamente grandes.
He cambiado mi concepción del dinero, y el valor de la moneda.
He cambiado detrás y delante de la cámara. Sobre todo detrás.
He cambiado en mi forma de besar, de acariciar.
He cambiado el sentimiento de un abrazo, y la dulzura de una caricia.
He cambiado llantos por risas. En un teatro, en un bar, o en la calle.
He cambiado el vodka por cerveza, y el vino por tequila.

He cambiado de amistades, he conocido mucha gente, gente maravillosa, gente tremendamente especial, gente de mi día a día, y gente de mi mes en mes. Gente que ya conocía, pero se ha reforzado este año.
Adri, Miguel Miguel, "Miguel Ángel", Mar, Juanlu, Mario, Chris, Martuqii, D2K6, esos amigos de Coruña (ay mi Stiven...), he enlazado mi relación con Silvia hasta el infinito, los mamarrachos de Tony, Kevin, Alberto, Fer, V, Laura, Buda, Pablo, Niko, Luis... en las fiestas de Leganés a Antonio, David... a mi querido Fran Acb...Fer. Mis queridos Félix, Gema, Zumito, Alegría, Mónica, Oscar, Manolo (y Claudia). Cada retuit de Marta. A Alba, Raquel, Juancar, Dani. Y Naza, Alba, Laura, Carlos, Adri.

Hemos ido a conciertos, de rock, de pop, de ska... Pablo Moro, La Pegatina, Supernadie, Despistaos, Davile.

Tuve la oportunidad de conocer a Chema Madoz, un sueño hecho realidad.

Y sí, he cambiado, los besos rojos por miradas sinceras. "Medias negras" por "Dos gotas".
He cambiado mi manera de analizar las cosas, porque ya casi nunca las analizo. He dejado más de lado el pensar para actuar. Total, sea lo que sea, pasará. Just LET IT BE.
He cambiado despedidas en el andén por despedidas en la calle antes de coger el tren. Se hace menos duro.
He cambiado preocupaciones por lo que pueda ocurrir, por brindar a la luz de la luna.
He cambiado contar estrellas por verlas.
He cambiado hacer grupos de compañeras por hacer de mis amigas, un grupo.
He cambiado poemas de Daniel Orviz por canciones de Nacho.


Pero hay cosas, que nunca han cambiado.
No he cambiado el robarte besos en los semáforos. Acariciarte el pelo, recién cortado, a contrapelo, mientras conduces, fijando tu mirada en la carretera.
No he cambiado el verde de tu coche. Ni los litros contigo.
No he cambiado el guardar las rosas que me regalan.
Tampoco he cambiado en la locura de las 12 de la noche llamando a... "El más guapo del Burguer Mix".
No he cambiado las conversaciones a las tres de la mañana con "desconocidos" en un bar.
No he cambiado de fruta preferida, plato elegido, ni postre delicioso.
No he cambiado duos, parejas, tríos. Ni mis mokos, tampoco.
No he cambiado mi odio por el 21, ni mi amor por el mes de Febrero de 2012 desde que tuvo lugar.
No he dejado de hacer fotos, de dedicar líneas a determinadas personas, de amar el arte, de disfrutar la fotografía, y de correrme con la música.

Pero lo que no he cambiado, y no lo hará nunca, son mis ganas de crecer, de continuar con lo mío, de sonreir, de hacer feliz, de disfrutar con todo lo que me pasa en la vida, de los pequeños momentos, y de los grandes acontecimientos.



DmN.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Y seguimos sin mote... (al borde...de la caida)

Ni dos semanas te daba. No por nada, porque ya no se las doy a nadie. Ni siquiera a gente que viene recomendada por alguien tan grande como "An". Pero mira, aquí nos tienes, superando las 3 semanas.

Nunca imaginé que a estas alturas de la vida, después de todo, podría colarse alguien en mi vida, con tal importancia como la de un retrasado con cara de payaso que me haga preocuparme por él tanto.
Es impresionante lo imbecil que puedes llegar a ser, por dios.

Pero, ¿sabes?, hoy te quiero un poco más, y te odio un poco menos. Te quiero como quieres al amigo que acaba de llegar, y que sabes que se va a quedar. Que te duele cuando sufre, duele dentro, duele fuerte.

Que me preocupo por qué estés bien, porque sonrías, te agobies un poco menos en el curro y bebas un poco más. No lo suelo hacer. Casi nunca lo hago y menos, mucho menos, en tan poco tiempo. Pero es que... después de todo. Tu, querido amigo, aun sin mote, has llegado en el mejor momento de mi puta vida. Y porque, de verdad o no, me dices cosas que sientes dentro, me hablas de corazón, me regalas piropos cada noche, y me reconoces la valentía de poner la cámara a "esas horas" y "con esas pintas". Será que nunca me importó lo que la gente pensara de mi, y menos lo que juzguen por conectar una noche de resaca con la peor de las caras.

Eh, pero no te emociones. Que cosas como estas, tendrás el resto de tu vida. Y espero, de verdad, ser yo quien te agradezca, de una u otra manera, lo que haces por mi. Eres un tipo muy grande, y no puedo hacer menos que darte la tabarra alguna noche que otra con cositas de estas ^^

Gracias.



DmN.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Tengo... (zapatillas).

...las ganas de probar ese capuchino en el hostal, las ganas del principio.
Aún, a veces, cierro los ojos y recuerdo el tacto de mi piel en el primer beso. La inocencia que fotografiaba en los espejos, inocencia en mis ojos, en mi rostro. Me encantaría recuperarla, y llorar en el metro mientras suena nuestra canción.

El frío congela mis pies. Uno de Diciembre.
Hoy te he vuelto a ver. Y las telarañas de tus recuerdos en mi pecho, se han desvanecido.

La calle está oscura. Sola. Sin consuelo. Con frío. Con ganas de llorar. La calle, nunca, estuvo tan acompasada con mi día. Conmigo. Sin mi.

Si te llamo, y el teléfono no suena. Si te sueño, y al despertar no estás. Si te abrazo, y el recuerdo se desvanece. Si sonrío, y no lo ven tus ojos. Si me bajo en la estación, y no estás esperando en el otro anden.
Y si, al terminar el cigarro, no me besas. Si nada de eso ocurre, creo que mis lágrimas serán merecidas.

Déjame llorar hoy. Déjame que te eche de menos. Mucho más de menos de lo que nunca te extrañe.



DmN.