Y cuando en el marcador del tiempo restante aparece casualmente nuestro numero, me acuerdo que necesito verte. En realidad nunca me olvidé, pero solo estaba haciendo tiempo a que fuera menos obvio.
Anoche tuve esa maldita pesadilla que me recorre el cuerpo una vez al mes.
Y hemos empezado un nuevo año y yo sigo acordandome de aquel Príncipe Pío con las escaleras empapadas y una cinta del pelo.
Nada tiene mucho sentido si no pruebo amanecer contigo. Igual estuviste siempre allí, pero creo que mis respiraciones, al final, quieren oler tu cuerpo.
Espero. Siempre. Tocar el cielo. Contigo.
DmN
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Acariciame el alma...