sábado, 28 de enero de 2012

Una historia (Pablo Moro).

Estaba enamorada. Nos queríamos... ¡vaya que si nos queríamos!
Recuerdo que una de las muchas tardes que nos sentábamos en cualquier banco de la ciudad esperando a que algo nuevo sucediese, me pusiste en tu móvil una canción. No le presté atención, porque ya sabes como soy.
Desde ese momento, dejabas de llamarme Sara para llamarme Viernes, y yo no entendía nada. Hasta que un día, vuelves a ponerme la canción, y entonces mi pequeño puzzle cuadra.
Pasamos de todo y pasamos nada.
Dejamos de violarnos las miradas, de tener en nuestra cabeza la idea de ser "algo más".

Dejamos de existir y entonces a mi solo me quedaba "vodka y caramelos".


Anoche pude ver al culpable de que cada día que estuve a tu lado deseara que me llamaras Viernes.
Anoche, después de todo lo que habíamos pasado, te llamé. Y supiste que era yo, porque sonaba nuestra canción.
Anoche Pablo consiguió que cada acorde me emocionase, que quisiera llorar de pena y lo hice de alegría. Consiguió pararse dos minutos para hacerle un guiño a esta historia que ni tan siquiera conocía.

Gracias Pablo, por tu sencillez, por tu voz, por tus canciones, por tus historias. Seguro que nos volvemos a ver pronto. ^^


DmN.

1 comentario:

  1. No puedo no comentar esta entrada...
    Creo que no hay mejor recuerdo que aquellos que viajan de la mano de alguna canción.
    Muy triste, pero a la vez precioso.

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Acariciame el alma...