miércoles, 11 de diciembre de 2013

Gotas de sal.

Cierro los ojos, y tu cara sigue aquí. Y mi promesa no cumplida de sacarte de allí. Ya fue duro hace mas de dos años, y ha vuelto a ser duro, durísimo.
Ahora que se que esto se supera, porque conozco bien las fases del proceso, no me preocupa llorar cuando escucho canciones que me recuerden que siempre te voy a tener conmigo. Se que es lo que me toca ahora, que es una forma de canalizar la pena, la tristeza, la frustración.
La ilusión de cada comida del 24 de Diciembre, recordar los días de parque de atracciones con 5 años como los días más felices de mi existencia, y siempre fueron contigo. Los vídeos antiguos en que jugamos en el parque, en que monto en bicicleta o pegamos los columpios por hacerme daño. Y tu ilusión por verlos SIEMPRE que tenías oportunidad. Y por mostrar las fotos de nosotros cuatro en público a cualquier persona. Los cuatro mismos de las rosas.
Cuando estos días oigo por la calle que es época de pedir deseos, que es cuando hay que tener fe en que se cumplirán, me duele un poco más el corazón, al saber que hay deseos que nunca podrán cumplirse.
Siempre te quise, y para siempre te querré.
Siempre tuya.



DmN.

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Acariciame el alma...