jueves, 23 de julio de 2015

No te quiero tanto (atardecer en Bremen).

"Y guardo en la memoria el equilibrio de un domingo atravesado, y guardo aquel retrato de tu pecho que escondí en el calendario. 
[...] Pongamos que él te llama y no le coges, y se nos juntan los labios. 
Y no te quiero tanto... y no te quiero tanto, pensándote después de un polvo en cualquier baño. "

Ey, tu. Sí, tu. Escúchame. Esta situación es patética. Tiene defectos en cada arruga de su cuerpo. No le gustas. Y no te gusta a ti, tampoco. A veces quieres convencerte de que "estaría bien", pero no es cierto. No quieres ver cómo se enfada. Ni cómo discute. No quieres tener sus manos sobre tu pecho. Ni besar sus labios cada mañana (qué pereza). Seguramente vayas a odiar cada vez que te mienta. Y tenga feísimos sus pies. Y su olor será vomitivo. Asi que vete. Desaparece. Escápate. 

Huye. Va a ser lo más valiente, aunque ahora no te lo creas.



DmN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Acariciame el alma...